A continuación, te mostramos los aspectos más importantes que debes tener en cuenta para fortalecer tu sistema inmunológico:
Lleva una correcta alimentación
La nutrición juega un papel importante en el funcionamiento del sistema inmunológico, los alimentos ricos en omega-3, selenio, zinc, probióticos, vitaminas A, C y E son los más indicados para fortalecer el sistema inmunológico, porque favorecen la producción de las células de defensa del organismo de forma más eficiente. Algunos ejemplos son:
- Omega-3: sardina, salmón, arenque, atún, semillas de chía, nueces y linaza.
- Selenio: nuez de brasil, trigo, arroz, yema de huevo, semillas de girasol, champiñones, pan blanco, queso, repollo, harina de trigo.
- Zinc: ostras, camarón, carne de vaca, pollo, pavo y de pescado, hígado, germen de trigo, granos integrales, semillas de calabaza, frutos secos.
- Vitamina C: naranja, mandarina, piña, limón, fresas, papaya, melón, mango, kiwi, brócoli, tomate, sandía, repollo, papa con cáscara.
- Vitamina E: semillas de girasol, avellanas, cacahuates o maní, almendras, pistaches, mango, aceite de oliva, pasta de tomate, aceite de girasol, nueces, papaya.
- Vitamina A: zanahoria, camote, mango, espinaca, melón, betabel, acelga, pimentón rojo, brócoli, lechuga, huevo.
- Probióticos: yogur natural o leche fermentada para mantener la salud intestinal.
Cuida tu flora intestinal
Una microbiota intestinal rica y diversa está vinculada a una buena salud intestinal y al bienestar general, las alteraciones en el equilibrio de los microorganismos se han relacionado con una gran cantidad de enfermedades.
Razones por las que debes cuidar tu flora intestinal con prebióticos
- Los alimentos ricos en probióticos actúan como un fertilizante para los microbios intestinales y fomentan el crecimiento de las bacterias intestinales beneficiosas.
- Los probióticos ayudan a sembrar el intestino con microbios beneficiosos específicos, además son una buena forma de ingerir la cantidad y diversidad apropiadas de microorganismos beneficiosos, principalmente compuestos por bacterias, pero también levaduras. Estos alimentos ayudan a minimizar el riesgo de factores adversos y la transmisión involuntaria de afecciones relacionadas con el microbioma intestinal.
- Estos alimentos ayudan a minimizar el riesgo de factores adversos y la transmisión involuntaria de afecciones relacionadas con el microbioma intestinal.
Combina en la misma comida un alimento prebiótico y un alimento fermentado probiótico; por ejemplo, tu yogur favorito con frutos secos o semillas, también puedes incluir frutas.
Evita el consumo de alcohol
El alcohol es una sustancia que causa un gran daño al sistema inmunológico y para el organismo en general. Su consumo excesivo puede afectar gravemente a distintos órganos de nuestro cuerpo y causar enfermedades.
Practica algún deporte
En general, es preferible practicar algún tipo de ejercicio aeróbico, que permita mover muchas partes del cuerpo a la vez, como nadar o andar en bicicleta. La intensidad del ejercicio ha de ser moderada, esforzarse hasta perder el aliento nunca es recomendable.
Evita el sobreesfuerzo. Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, debes empezar a practicarlo con moderación, adaptándolo a tu condición física y edad. Progresivamente podrás ir aumentando la intensidad del ejercicio físico, pero siempre evitando cansarte demasiado.
Descansa y cuida tu piel
No debemos olvidar otros dos factores importantes: el descanso nocturno, respetando el tiempo del sueño (entre 6 y 8 horas), ya que algunas de las células de las defensas se producen durante el descanso; y el cuidado de nuestra piel, la barrera física que mantiene a raya las infecciones.
Ríe
Diversas investigaciones han relacionado la risa con la estimulación del sistema inmunológico y el incremento de los anticuerpos. Por tanto, cuanto más te rías, más beneficios le traerás no solo a tu estado de ánimo, sino también a tu sistema inmunológico.
¿Cuándo debemos sospechar que nuestras defensas están bajas?
Es conveniente prestar atención a las señales de debilidad dadas por tu cuerpo. Es difícil determinar cuándo se presentan por lo que una consulta médica es siempre la mejor alternativa.
Algunos indicios podrían ser los siguientes síntomas:
- Cansancio excesivo.
- Dolores musculares.
- Heridas que tardan en cicatrizar.
- Resfriados que se repiten a menudo o tardan en curarse.
En Piédica nos especializamos en el diagnóstico de las patologías del pie, la marcha y la biomecánica por medio de alta tecnología. Nuestro tratamiento por medio de plantillas ortopédicas personalizadas brinda confort y mejora la postura de nuestros pacientes.
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