Practicar un deporte es benéfico para la salud; sin embargo existen riesgos para los pies, tobillos y articulaciones, que pueden surgir inesperadamente provocando una molesta y dolorosa lesión, que de no ser atendida a tiempo, puede convertirse en un problema grave, que impida en un futuro, realizar cualquier práctica deportiva.
¿Cómo evitar lesiones deportivas en los pies?
Para evitar lo mayor posible alguna lesión, antes de iniciarse en actividades deportivas, es conveniente contar con:
Una valoración constante, ya sea por un médico o un fisioterapeuta.
Hacer la rutina deportiva paulatinamente al inicio y final del entrenamiento.
Tomar en cuenta factores como la edad, peso, estatura y la facilidad innata para desempeñarse en esa disciplina.
Utilizar el calzado adecuado para cada disciplina a practicar, con esto minimizamos el impacto de la actividad física y de esta manera disminuimos el riesgo de lesiones.
Lesiones agudas
Son las que aparecen al momento del entrenamiento o durante la práctica del ejercicio. Las más comunes son:
Ampollas: Son vesículas que contienen fluidos corporales y líquido linfático; son dolorosas y aparecen al desprenderse la capa externa de la piel, debido generalmente al roce extremo o fricción, entre la piel y el calzado. Las ampollas afectan a deportistas que no usan un calzado adecuado al practicar: Caminata, Marcha, Bicicleta de montaña y Rapel.
Calambres: Son contracciones involuntarias del músculo, pueden sorprender a todos los atletas, ya que aparecen cuando se ha hecho demasiado ejercicio; también pueden presentarse por cambios bruscos de temperatura o bien son indicadores de una mala circulación; carencia de minerales y deshidratación.
Esguince o torcedura: Es una lesión del ligamento cuando se da un movimiento brusco e inesperado, que sale fuera de lo considerado normal.
Distensión: Es el estiramiento de tejidos o tendones, resultado de un estiramiento exagerado (tirón) de un músculo durante alguna actividad física. En algunas ocasiones puede llegar a provocar un desgarre muscular.
Golpe: También llamado contusión, puede implicar de inmediato inflamación y afectar tanto al músculo, como al hueso y tendón.
Fractura: Es la rotura de la unión de los huesos o quiebre del hueso. Es sumamente dolorosa y requiere generalmente de la aplicación de yeso para su alivio y para dar tiempo a la regeneración de tejidos.
Dislocación: Es el desplazamiento anormal de las partes que forman la articulación. Generalmente se requiere asistencia médica urgente, porque provoca un intenso dolor.
Tendinitis: es la inflamación e irritación de los tendones.
Lesiones crónicas
Son las que surgen en la práctica deportiva prolongada, en tiempo y duración. Su sintomatología es la presencia de dolor al entrenar, pero también cuando no se está haciendo ejercicio.
Al momento de sentir dolor, se debe suspender la actividad. Hay lesiones que deben ser tratadas por un médico, inclusive por un especialista y precisan, llegado el momento, no sólo de una intervención quirúrgica, también de fisioterapia y rehabilitación.
Existen otro tipo de lesiones, más leves, que pueden ser tratadas en casa. Sin embargo será el entrenador, quien decida qué medida tomar al respecto y cuándo es necesario llamar al médico.
Aquí tienes una lista de las lesiones crónicas más comunes:
Tendinopatías del tendón rotuliano y del tendón de Aquiles: El entrenamiento incorrecto o el incremento de la actividad y el uso de calzado inadecuado pueden producir una tendinitis del peroneo, del músculo tibial posterior o aquílea. Esto básicamente hace referencia a una inflamación de los ligamentos que puede causar desde pequeñas molestias hasta la imposibilidad de caminar debido al dolore
Condropatía/condromalacia de la rótula: Se presenta a través de dolor intenso en la rótula, específicamente en el cartílago. Para este padecimiento, no existe una cura pero sí tratamientos que ayudan a controlar el dolor.
Osteopatía de pubis: Es una afección dolorosa, normalmente crónica que se manifiesta en la zona del pubis. En los deportistas, los más afectados por este padecimiento son los futbolistas.
Epicondilitis (codo de tenista): Ocurre cuando los tendones del codo se sobrecargan, provocando dolor hasta el antebrazo o la muñeca.
Fascitis plantar: La fascitis plantar es una de las causas más comunes de dolor en el talón. El dolor de la fascitis plantar es a menudo más notable durante los primeros pasos después de levantarse de la cama por la mañana. La fascia plantar es una banda gruesa de tejido en la planta del pie.
Tratamiento para distintas lesiones deportivas en los pies
Si son lesiones agudas, se recomienda:
Mantener al paciente en reposo.
Aplicar compresas heladas por espacio de 15 minutos en el área afectada, aproximadamente cada dos o tres horas.
Aplicar pomadas, bálsamos, ungüentos y linimentos, vía tópica, auxiliares en el tratamiento de dolores musculares, golpes y moretones.
- Ingesta de un analgésico en caso de dolor (el médico puede sugerir qué tipo de calmante es mejor).
- Ingesta de un analgésico en caso de dolor (el médico puede sugerir qué tipo de calmante es mejor).
- Colocar en alto la zona afectada; eso disminuye la inflamación.
A continuación, enlistamos las lesiones más comunes de acuerdo al deporte que se practica:
Fútbol: Los jugadores profesionales y los que juegan como actividad recreativa pueden recibir golpes en pies, tobillos, tibia, peroné, rodillas y fémur, entre otras partes del cuerpo. Es aconsejable que utilicen equipo profesional adecuado: zapatos especiales para césped, espinilleras para protegerse debidamente y calcetas con compresión. Los esguinces, torceduras y fracturas de pie, tobillo y dedos, así como lesiones en meniscos que afectan severamente la rodilla, son las lesiones más frecuentes entre los futbolistas
Básquetbol: Este deporte se caracteriza por la rapidez que deben tener los jugadores al buscar encestar en el equipo contrario, así que el hecho de saltar y correr en espacios cortos, lesiona principalmente tobillos y rodillas. Generalmente sufren de esguinces, fascitis plantar, tendinitis aquílea y fracturas, las que pueden ser también en miembros superiores, inclusive en las manos, al entrar en contacto severo con otro jugador.
Golf: En este deporte las lesiones son principalmente en los pies, debido a la caminata en el campo de golf. Los golfistas pueden llegar a presentar metatarsalgia, torceduras, fascitis plantar, aumento de tensión en la articulación (hallux rigidus) del dedo gordo y en los huesos sesamoides. Aunque hay casos típicos de lesiones en miembros superiores, como el codo de golfista.
Béisbol:Esta práctica deportiva centra su fuerza en la postura, al lanzar y batear la pelota, sin embargo también hay tramos en los que se debe correr, por lo que son comunes los esguinces, tendinitis, fracturas y dislocaciones, así como problemas en la zona del metatarso, al igual que en los dedos de los pies.
Tenis: Exige del tenista una excelente condición física. Las lesiones más comunes en quienes lo practican son dolor en los pies, por sobre carga, esguinces, tendinitis, principalmente tibial, dislocaciones y también fracturas, sin descontar en miembros superiores el codo de tenista (desgarres en el tendón que se fija al hueso). Mucho tiene que ver la superficie en la que se practica el tenis, ya que al correr en superficies duras, el impacto que el deportista recibe en pies, tobillos y rodillas puede repercutir en toda la estructura ósea, involucrando cadera y espalda baja.
Corredores, maratonistas y marchistas. Las lesiones en estas prácticas deportivas se centran en los pies, tobillos y rodillas, porque son los que reciben toda la carga e impacto. Si no se utilizan los zapatos deportivos correctos y tampoco se ha recurrido a las plantillas, lo más probable es que padezcan de fascitis plantar, dolor de talón (espolón calcáneo), metatarsalgia, esguinces, dolor de rodillas y en algunas ocasiones, fracturas. Cabe destacar que es importante tomar en cuenta la superficie por la que se va a correr o marchar. Ya que las superficies duras afectan desde luego las articulaciones del pie, pero sus estragos llegan a perjudicar, como hemos mencionado antes, las rodillas, alcanzando inclusive la cadera y la espalda baja.
En todos los casos la prevención es vital. Además de practicar ejercicios de flexibilidad, estiramiento y posturales, previos y posteriores al entrenamiento, el uso adecuado de plantillas personalizadas puede aminorar el riesgo de sufrir una lesión en pies, tobillos y articulaciones, sin descontar la ventaja de absorción de impacto, hasta en un 80%.
Es aconsejable hacerse un diagnóstico de pisada y postura anual, para proteger, alinear y prevenir daños en la estructura ósea base (pies, tobillos, rodillas) y en general (cadera, espalda baja, columna, hombros, cervicales).
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